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Foto: Facebook del artista |
Por Andrés Emilio León Rodríguez | @lectorurbano
Los Corrientes se suben al escenario como habitante de la Alborada que va a la tienda del barrio. Llega, chiflea al man del sonido como si fuera la señora de la tienda y le dice “un poquito de retorno por favor” y se llevan la biela a la boca. Mientras se preparan me acerco, pido un CD y los manes me lo entregan “por debajo” porque lo quieren vender luego del concierto. Obviamente no puedo evitar sentirme el protagonista de “Soy Chiro”, me quedo con las ganas de responder “y eso ñaño”, para ver si por ahí está en el ADN y me lanzan un “no pienses mal brodal, yo no hago esas movidas… solo suceden”.
Así sucede la música de esta
banda, armada un poco en joda y un poco en serio. Dandabass siempre me dice que
la creatividad es una línea muy fina entre la genialidad y la estupidez;
pienso en parte que los Corrientes se arriesgan mucho en ese sentido y por lo
general les va muy bien. Lo que hacen no siempre es perfecto, pero lo siento
muy honesto, pegajoso y divertido. Es muy complicado que alguien no se conecte
a su propuesta.
El concierto comienza y me ubico
al final del público, junto apoyado a una baranda que separa las canchas de
este club de Lomas de Urdesa, para disfrutar del show y ver lo que le
pasa a la gente. Sin embargo me río, porque mientras su propuesta me habla de agachaditos
y demás, un flaco alto pasa entre la gente vendiendo donuts.
“Huir” arranca muy bien… arriba,
fuerte con muchos vientos sólidos. Geraré canta y descubro una voz que no
conocía. Pienso “esto es nuevo” y escucho esta fusión disco/ska y espero que en
algún rato aparezca Betoman y destruya todo con su prosa, pero ellos se vuelven
más musicales y una trompeta se lleva el protagonismo en el solo, relajando las
emociones. Me quedo con la frase “para que insistir, si tu autoridad no voy a
aceptar, por necesidad de sobrevivir, yo no voy a huir”. Y la banda mata la
canción para que luego el silencio también se calle y la gente aplauda
en silencio, como sorprendido.
“Extraños seres verdes” suena y me engancho con la melodía rica del acordeón de Doña Pepa. La voz de Geraré me vuelve a sorprender, porque no la esperaba, pero acompaña bien, me cuenta delicadamente como hay más que una verdad. Luego aparece Betoman y destruye todo. Me río, y la gente mueve las cabezas como quien se va contagiando.
“Extraños seres verdes” suena y me engancho con la melodía rica del acordeón de Doña Pepa. La voz de Geraré me vuelve a sorprender, porque no la esperaba, pero acompaña bien, me cuenta delicadamente como hay más que una verdad. Luego aparece Betoman y destruye todo. Me río, y la gente mueve las cabezas como quien se va contagiando.
“Soy Chiro” presenta a Betoman desde el inicio y los demás cantan los coros que me hacen sonreír y pensar que esta canción es redonda. Por ahí muchas malas palabras –decían algunos-, pero pienso que en parte es honesto, es real. El guayaco habla así, hay mucha violencia en sus diálogos, mucha joda y comida. Escucho Soy Chiro y me encanta como termina. Betoman lanzando epítetos como quien mata mosquitos, nos dice eso que a veces uno piensa pero nunca dice, esas cosas que uno dice entre panas, se ríe y sigue igualito, bien peinadito para luego, más tarde… volver a casa de los padres.
Pero en la cabeza queda la lírica… y se repite:
“En fila, say my name, recoja el jabón, salto del tigre, patada al foco, el helicóptero, la vuelta al mundo… y no me vayas a llorar porque sabes que esa nota es turra, ya dice que soy el primero, el primero de hoy será, perra! Esas son mis condiciones, para ser felices tenemos que ser uno solo y así gastamos menos, si se quiere casar pídale el vestido de novia prestado a su ñaña, si quiere caleta dígale a mi teclo que nos saque cuarto aparte, si quiere hijos: como eso es grateche cuente conmigo mamacita! y dime no más con confianza cuando tengas hambre… este te voy a dar!”
Si bien es obvio que podría decir
1000 cosas sobre la equidad de género, el enfoque de derechos y demás… prefiero
verlo desde la propuesta musical y pienso que Betoman es un personaje de
ficción que rueda por la sexta etapa con la boca como metralla para disparar
este tipo de frases sin fin. Betoman apunta y una que otra sale lastimada, pero
otras se acercan y se toman fotos y lo abrazan y el man disfruta con la misma
sonrisa con la que dice “más chiro y me muero”. Betoman al final del día -a su
estilo- es un sobreviviente.
Foto: Andrés León |
En “Salsa para partirte”, la voz de Geraré suena muy bien. Esta canción es muy completa, con un teclado venenoso que te mueve a bailar. Aquí dejan por un lado lo urbano y se meten a hacer muy buena música, en donde mezclan excelentes melodías, con interesantes armonías de voces y letras que a todos nos sacan una sonrisa. Este tema al final se vuelve Guayaquil… es la banda de barrio que te recuerda de donde viene y te grita “para el mundo con sabor, desde Guayaquil”. El acordeón de Doña Pepa también tiene lo suyo y ella se mueve y mira desde lejos a Geraré y Betoman como quien dice “ay estos manes” y ese cariño se siente en la banda.
También es divertida la letra. Es
una historia de amor bien freak, en donde claramente, el protagonista es realmente un acosador y románticamente –así piensa él- le recita:
“Mi sol, mírame un ratito y
déjate lucir. Da un paso que tiembla la tierra, y otro pa' que el wacho me
vuelva a latir. Aprendí a bailar bonito,
y a vestir bien la ocasión, para ganarme un puestito, dentro de tu corazón, y
poderte complacer, lo que tu imaginas te lo puedo hacer”.
“Deja de moverte, deja de
menearte oye guayaca, que rica tu sandunga. Que mi mujer no espera a caleta, me
entra a puñete en media rumba. Todo lo aguanto por ti mamita, me tomo en vaso
tu aceite de bacalao porque mi reina tú estás ve, para partirte!”.
Termina la canción y suspiro “ay
el amor”.
“Por accidente” me recuerda a la
camisa negra de Juanes al inicio, pero Geraré se aleja bastante cuando nos
recita:“Por accidente un pez se creía
mono, arrechamente se barajó del mar y sin beneficios y sin bono, aparte de ser
mono, de cantante fui a parar”.
El tema mueve a la gente, la hace
bailar, reír… a la final no tan por accidente.
“Virgencita” es uno de mis temas
preferidos. Los Corrientes aquí se acercan más al funk urbano y con
interesantes guitarras suena “tan tierna, pero tan tierna, tan inocente, tan
dulce primor, tan cerca, tan cerca que me comparte su respiración”. Hay mucho
buen gusto en este tema. Curiosamente disfruto mucho más las melodías de Geraré
que las de Betoman, pero la canción termina bien, firme y divertida.
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Foto: Facebook del artista |
“Poniendo esto en aquello”, se me
vuelve muy repetitiva, por ahí debe ser que es la séptima canción del disco y ya no me sorprende tanto.
Intenta ser el tema más porno de la banda, pero siento que no me propone
imágenes más interesantes, guayacas o diferentes de lo que he escuchado. Se
queda un poco en lo mismo y pasa un poco desapercibida para mí.
Con la “La dieta del hippie” los
vecinos de Urdesa norte se pusieron vegetarianos. Pasó como sorbet, para
cambiar de sabor y prepararnos para “De viejito”.
De Viejito es un tema que me di
cuenta que le gusta a mucha gente, es como la balada pop que toda banda siente –a
veces- que debe tener. Lo que más me gusta de este tema es lo que hace Doña
Pepa con la Melódica. Sopla pura dulzura.
“Impasible” me parece interesante.
Hay una construcción rítmica que me resalta, en donde un solo muy kill bill
suena lúgubre y vintage, para luego darle paso a Betoman, quien urbanamente le
aporta su flow onda Pericos y la canción termina rica con ese grito “Alborada
Sexta Etapa”, que me transporta como buen soundtrack, camino a la Rotonda.
“Partirme en dos” me vuelve a despertar. Gran riff, buenos vientos y Geraré canta y me doy cuenta que disfruto mucho más sus armonías que sus letras. Spinetta sobre esto decía que para él la voz era como un instrumento más, que no necesariamente tenía que dejar claro lo que estaba diciendo para aportarle al tema. Uno canta y transmite. Genio. En este caso, gran solo, que flota entre los vientos. Al final Betoman suma una especie de salsa funk. Con original flow va tirando sus métricas mientras Trompeta y Doña Pepa gritan “hey hey hey”. Otro de mis temas favoritos del disco. Se logra algo gigante, de gran propuesta.
En la última canción, Geraré juega bien con
la métrica y siento que en su estilo, Los Corrientes le dedican ciertas líneas a la Ley de Comunicación: “nunca la encontrarás en horario estelar, en medio de la
farándula gringa o la nacional, actualizaciones al por mayor siempre la misma
alienación, porque la Revolución no llegará a tu monitor”. Esta debe ser el
mejor tema en donde Geraré y Betoman se complementan bien y suenan
muy sólidos. De paso, cuando Betoman rapea, Doña Pepa suma con muy buen gusto unas
melodías desde su acordeón, llevando la canción desde lo urbano al big bang,
con lo que desde la segunda estrofa se pone muy retro y rica, con una sazón
guayaca, a la que se le suman interesantes vientos y percusiones… mientras
Betoman lanza su “en la televisión no encontrarás una respuesta, no comas
cuento, despierta y piensa” para finalmente dejarnos un eterno “la revolución es
diferente, no llegará a tu monitor, está en tu mente”.
Y los Corrientes cierran con esto
uno de los mejores trabajos presentados en los últimos 2 años. “Sexta Etapa” se
convierte así en un disco a tener, más que nada porque aporta a esos
soundtracks que siempre necesitamos los guayacos para caminar esta ciudad dura,
que te aplasta con su calor, su desigualdad… que te aleja muchas veces y te
acerca a lo que más nos identifica, que es al fin y al cabo esa forma de decir
las cosas.
2 comments:
La canción "la revolución no llegara a tu monitor" es una canción junto con fabrikante y el es el que rapea las frases que mencionaste como si las hubiera rapeado betoman.
Ah genial, gracias por el dato!
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